
Hacia finales de septiembre de 2018 World Rugby emitía un comunicado aconsejando a jugadores y seguidores que cubran los tatuajes durante el Mundial de Rugby de Japón 2019. Dicha recomendación, que pretende no ofender a los anfitriones japoneses, ha generado polémica por la dureza de algunas restricciones.
¿Cual es el problema con los tatuajes?
En nuestro deporte, y en general las sociedades occidentales, los tatuajes son comunes. Pero en Japón se asocian habitualmente a los miembros de la mafia “yakuza”. Tal es así, que quienes exhiban sus tatuajes, pueden verse en muchas ocasiones excluidos de los gimnasios y balnearios de aguas termales tradicionales conocidas como “onsens”.
A lo largo de la historia ancestral japonesa, la realización de tatuajes ha tenido diferentes connotaciones hasta llegar a la visión actual de un cuerpo tatuado que tiene la sociedad nipona.
Por el siglo 7, los libros mitológicos de Japón hablan de los tatuajes como marcas rituales muchas veces asociadas a un castigo físico. Más adelante, sobre el año 1600, comienzan a surgir escritos en los que se narraba cómo algunas prostitutas y sus clientes se cortaban el dedo meñique o se grababan en el cuerpo el nombre de su amante como una muestra de amor eterno. Es así como, poco después este tipo de prácticas empezaron a usarse entre la yakuza como un método para jurarse fidelidad.
Más adelante, de la mano del pensamiento confuciano, dejó de verse con buenos ojos que una persona hiriese su propio cuerpo. Más aún, llegó a imponerse como un castigo para los delincuentes tatuarles la frente o los brazos, por lo que muchas personas comenzaron a aborrecer los tatuajes.
A comienzos del siglo XX se impuso entre la sociedad japonesa la norma de ir siempre vestidos, por lo que los tatuajes pasaron a ser algo que se escondía debajo de la ropa.
¿Cómo se lo toman los participantes?
Al conocerse el controvertido comunicado de World Rugby, el director del torneo Alan Gilpi, decía: ”Hemos hecho mucho en el último año más o menos con los equipos para que entiendan eso”. Y añadía ”cuando lo planteamos hace aproximadamente un año, probablemente esperábamos una reacción de frustración por parte de los equipos, y no la hubo en absoluto. No forzaremos a ningún equipo a cumplir la medida de los tatuajes, pero ellos mismos quieren respetar la cultura nipona”.
Conscientes de que los tatuajes son muy populares entre los jugadores, especialmente aquellos con herencia de las Islas del Pacífico, con espectaculares diseños en los brazos y los torsos, señalaba:
“También trabajaremos para que los japoneses estén al tanto de las instalaciones que los jugadores utilizarán en el país y que las personas con tatuajes en un contexto de la Copa Mundial de Rugby no son parte de la Yakuza, la mafia japonesa”.
Las medidas se relajan
En julio de 2019 ya se daban a conocer noticias acerca de la postura que asumirán los resorts turísticos japoneses. Según se dice, cadenas hoteleras de prestigio han afirmado que relajarán las prohibiciones ante los cerca de 400 mil turistas que llegarán al país atraídos por el mundial de rugby 2019.
Y es que más allá de las restricciones a jugadores, no pueden cerrar las puertas a un flujo semejante de turistas que visitarán el país en esas fechas, muchos de ellos con tatuajes.
El principal problema radica en uno de los puntos de atracción turística más importante de la isla. Los balnearios con aguas termales denominados “Onsen”. En la mayoría de éstos balnearios se mantiene la prohibición de exhibir tatuajes en sus instalaciones por considerarlos ofensivos. No osbtante, dado el volumen de negocio que el aluvión de turistas representa, numerosos propietarios ya han manifestado su intensión de hacer la vista gorda:
“Muchos japoneses disfrutan también de los tatuajes, y queremos evitar tratar diferente a los extranjeros” afirmó al Guardian Seiji Hori, integrantes de una asociación de hoteles de Beppu, donde las aguas termales son furor.
En otras ciudades, se aceptarán visitantes con tatuajes sin restricciones durante el tiempo que dure el torneo. Y también habrá casos de balnearios en los que entregarán adhesivos a sus visitantes para que tapen los tatuajes, y otros que proponen establecer horarios “tattoo-friendly”.
Parece ser que no serán tan duras las medidas como aparentaba en un principio. Entre los motivos económicos y algo de tolerancia intercultural el asunto tiene pinta de quedarse sólo en una nota de color.
¿Qué te parece a ti todo éste asunto de exhibir los tatuajes en el mundial de rugby de Japón 2019? Coméntanos aquí o en redes para conocer tu opinión.
Se organiza un mundial donde culturas diferentes tienen que convivir. Ninguna es mejor que otra. El respeto y la empatía la mejor baza.
Hay que respetar la cultura nipona, por supuesto pero ellos también han de respetar a otras culturas como la Polinesia que si son comunes además de tener connotaciones religiones o afectivas. Cuando la federación japonesa de rugby decidió proponer su candidatura a organizar el mundial, debió de haber tenido en cuenta esto y sino…, Pues no haberlo solicitado. Yo abogó por qué los jugadores y público tatuados exhiban sus tatuajes. Ah, yo no tengo tatuajes