descanso y deporte

Un pilar básico del buen entrenamiento es el descanso. Forma parte de algo que hablamos anteriormente: el entrenamiento invisible. Muchas veces subestimamos éste hecho. Hoy te vamos a explicar porqué no deberías hacerlo.

Si tu objetivo es mejorar tu rendimiento general, necesitarás descansar entre ejercicios, entre turnos de entrenamientos y entre días de la semana. La recomendación más frecuente es que los principiantes descansen mínimo dos días a la semana. En cuanto a los profesionales podrán variar ejercitando diferentes músculos y capacidades y variando la intensidad según los días de la semana.

¿Cómo te beneficia el descanso?

Con un buen descanso en primer lugar darás tiempo a los músculos de recuperarse de la exigencia impuesta en los entrenamientos o un partido. Así, les permitiremos volver a niveles normales para poder retomar la actividad más tarde (por ejemplo de glucógeno, que es el combustible que utilizan los músculos para funcionar).

Cuando entrenamos con cargas pesadas, hacemos que las fibras y tejidos se rompan. En los momentos descanso éstas roturas se reparan, dando lugar al crecimiento muscular, ayudados por las proteínas que se consumen.

Y no sólo es importante hacer los intervalos prudentes entre entrenamientos, sino también respetar las horas de sueño necesarias para la recuperación de un físico sometido a una alta exigencia y desgaste.

El descanso mental también es fundamental. Aunque éste aspecto se subestima aún más que el descanso muscular, debes tener en cuenta que normalmente sometes tu mente a gran presión para intentar llegar a las metas que te has impuesto personalmente y a los objetivos del equipo.

Si no dejas descansar a tu cerebro, sólo conseguirás acumular estrés. Tarde o temprano ésto se traduce en desmotivación y disminución del rendimiento.

¿Qué pasa si no descansas?

Entre las consecuencias menos deseadas (aunque más habituales), se encuentran las lesiones. Lo más habitual es empezar a padecer calambres, roturas fibrilares, lesiones por estrés o contracturas. Paradójicamente, sufrir éste tipo de lesiones, podría llevarte a estar varios días de baja. Por lo tanto, nunca debes menospreciar una recomendación de descanso.

Deberás recordar que tu organismo experimenta fuertes cambios después de los entrenamientos. Si no le das el tiempo adecuado para reponerse a ellos, notarás un bajón en tu rendimiento. Si ésto sucede, lo mas normal es que te sientas desmotivado. Y al final ¿que sucederá? que fracasará todo un plan de entrenamiento que no tendría porqué estar destinado al fracaso.

Recuerda

El mejor consejo para que no sientas culpa por tomarte tus merecidos días de descanso, es que pienses que tu cuerpo se está reacondicionando en esos momentos. Lo mejor que puedes hacer entonces para amortizar al máximo el descanso, es mimarlo con una buena alimentación e hidratación y dejar que la naturaleza haga el resto. Verás como vuelves a la carga sintiendo que estas al 100% para darlo todo nuevamente en cuanto tu equipo necesite de ti.

Author: Jugar al rugby

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