pelota de rugby

“¿Cómo vas a saber lo que es el amor, si nunca te descubriste a ti mismo acariciando la ovalada mientras escuchabas la charla técnica?”. Amor de rugbiers. Pasión por El objeto que define al rugby: la pelota.  ¿Quién de nosotros no suspira un poco por dentro y en silencio al ver una ovalada?

Hoy nuestro post va dedicado a nuestra reina: la pelota de rugby.

Según World Rugby, la pelota debe ser oval y confeccionada con cuatro gajos. Tiene que pesar entre 410-460 gramos. En algunos casos usarse pelotas más pequeñas para partidos entre jugadores jóvenes. Debe ser de cuero o material sintético adecuado. Puede tener un tratamiento para hacerla resistente al agua y más fácil de agarrar. Durante el partido se puede disponer de pelotas adicionales. Se debe inflar con una presión determinada, etc. Pero vamos a dejar los tecnicismos.

¿Qué buscamos en nuestra compañera?

En primer lugar buscamos que, una vez que hemos conseguido tenerla entre las manos, no se resbale. Las primeras pelotas de rugby, las de cuero marrón, tenían esa desventaja. Para conseguir mejor agarre, los fabricantes pensaron en añadirle pequeños picos en la superficie (conocido como grip).

La marca alemana Adidas fue la primera en introducir esa rugosidad, en el año 1991. Ésta modificación influyó en que, al año siguiente, se modificara el valor del try: de 4 a 5 puntos. Así se incitó a que los equipos busquen marcar más ensayos en vez de reducirse a patear a los palos.

Ésto nos lleva a hablar de otra de las características esenciales de nuestra pelota. Queremos poder patearla y conseguir darle una dirección previsible. Este era un lujo que no siempre había existido en el rugby. O al menos no estaba al alcance de cualquier novato.

La pelota de cuero inicial sufría deformaciones al mojarse y su peso variaba según la zona. Por no hablar de la presión, que se escapaba por las costuras. Y éste problema iba a más según transcurría la “vida útil” del balón.

Hoy por hoy podemos esperar que ofrezca un buen rebote y respete la trayectoria que intentamos darle. Pero con el balón de cuero era casi imposible. Hasta que en 1982 se creó la pelota de fútbol Adidas Tango España. Ésta contaba con costuras impermeables y fue la que solucionó los problemas de la lluvia. Dicha técnica fue adoptada inmediatamente por el balón de rugby.

Finalmente con la invención de la Adidas Azteca en 1986, la primera pelota de material sintético (que también fue adoptado por el rugby), el balón se actualizó y estuvo disponible para la Copa del Mundo un año después.

Así llegamos a tener (sumado la rugosidad añadida en el 91) la actual pelota de rugby. De ella podemos esperar (con la técnica suficiente) que cumpla bien sus funciones:

  1. rebote,
  2. vivacidad y
  3. respeto de la trayectoria.

Se calcula que un balón actual tiene un 20% de mayor precisión que uno de los años ´80 (de cuero o sintético sin poros). Hemos llegado a éste punto gracias a un sinnúmero de innovaciones que nos lo ponen cada vez más fácil.

¿Qué aspectos técnicos considerar a la hora de elegir pelota?

Actualmente los jugadores realizan de manera cotidiana pases con una sola mano. También emplean más el pie en jugadas, convierten más drops…  Incluso los pateadores más destacados le dan efecto a la pelota. Ésta habilidad que hoy resulta tan habitual, empezó a verse  recién  en el siglo 21, con jugadores como Jonny Wilkinson y Dan Carter que crecieron ya con los balones sintéticos.

Pero no todas las pelotas de rugby se hacen iguales. Cada diseño tiene una razón de ser, y deberás tenerlo en cuenta para elegir la pelota correcta para la ocasión correcta.

El agarre

La capa exterior texturizada de la pelota proporciona el agarre. El espaciado, la forma y la profundidad de los granos determina en gran medida cómo se comporta. El agarre en una pelota de rugby se considera cuidadosamente para equilibrar lo fácil que es atraparla y lo lejos que puede pasarse o patearse:

  • Un grano más alto generalmente dará más agarre pero reducirá la distancia de patadas.
  • Unos granos redondeados, de perfil más bajo, serán más durables que los más altos y angulares, pero darán menos agarre. Es por eso que verás diferentes tipos de agarre para diferentes tipos de rugby:
    • Las necesidades del rugby de los 15 son diferentes del rugby 7, ya que cada juego recurre  de manera diferente a de patadas y pases.
  • El agarre también se ve afectado por el tipo de goma utilizada para fabricar la pelota. El caucho natural proporciona más agarre y el caucho sintético proporciona una mayor durabilidad.

La posición de la válvula

Otro aspecto fundamental es la posición de la válvula, si bien hará que el balón sea más económico, irá en detrimento del alcance que le puedes dar en el pateo. Si se sitúa en uno de los picos se deteriora el equilibrio, y si hay válvulas en ambos picos de la pelota, durará poco tiempo inflada correctamente. Por lo tanto, especialmente para los partidos, lo ideal es que la válvula esté situada en la costura.

El número de capas

Finalmente, el número de capas con las que está hecho, determinará su peso y en consecuencia será más o menos manejable y estable en el aire. A medida que el jugador adquiere experiencia, se recomienda que utilice balones con más capas. Así, a partir de la talla 4 y con tres capas, se consiguen pases más largos y con más estabilidad en el aire.

Como ves, hoy en día éstos y otros aspectos elementales en la fabricación se ponen a nuestro servicio para mejorar nuestra experiencia. La próxima vez que vayas a por una pelota de rugby recuerda éstos criterios y elige según tus necesidades y habilidades.

Por último:  no olvides que también hay que limpiar las pelotas cada tanto.  Puedes hacerlo con un cepillo, agua y jabón. Renovarás su agarre de manera considerable.

Si estás pensando en una nueva compañera (o quieres regalar una), puedes visitar nuestra sección de balones, donde incluimos una selección los más elegidos en los últimos años por los jugadores de rugby y amantes devotos de nuestro deporte.

Buena suerte y hasta la próxima!

Author: Jugar al rugby

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